sábado, 26 de noviembre de 2016

Diario de Campaña: Sesión 22 (Rodeados)

Las Ruinas de Falcongrís (eventos anteriores aquí)


Dejamos a nuestros aventureros en el primer nivel de las ruinas del castillo de Falcongrís, tras un breve encuentro con una partida de elfos que por lo visto controlaban un acceso a los niveles inferiores en la zona suroeste.

Tras el encuentro los aventureros tenían disponibles varias rutas para continuar la exploración. Hacia el oeste (por donde aparecieron y se marcharon los elfos), hacia el norte o hacia el este. Tras un tiempo discutiéndolo decidieron seguir hacia el este. No tardaron en toparse con una puerta en el pasillo muy próxima a una esquina que giraba hacia el norte. La puerta no estaba cerrada con llave, y tras comprobar que no se oían ruidos, procedieron a abrirla. Khazhak iba en cabeza, seguido por Jidra, Cedrick y el resto del grupo. La sala que vieron era pequeña y estaba vacía, salvo por una puerta que se abría hacia el oeste. Al abrir esa nueva puerta accedieron a una habitación prácticamente igual a la anterior, con una nueva puerta que se abría hacia el norte. Así fueron accediendo a un complejo de cinco salas en total, todas muy parecidas salvo una que contenía una extraña plantación de hongos sobre un suelo de tierra. El grupo pasó bastante tiempo explorando esta última habitación, primero para asegurarse de que los hongos no fueran peligrosos y luego para comprobar si había algo más de valor. Sus pesquisas resultaron infructuosas y se apuntaron un nuevo misterio en su haber.

Siguieron entonces su camino hacia el norte, hasta encontrar unas nuevas escaleras que subían hacia la superficie. No exploraron esta nueva vía, puesto que antes de alcanzarlas escucharon un ruido procedente del oeste. al final de un nuevo pasillo se abría una estancia ocupada por unas criaturas de piel azulada y ojos amarillos. El grupo atacó para cubrir la distancia lo antes posible y evitar así posibles ataques con proyectiles. Sus enemigos los esperaron haciéndose fueres al otro lado de la puerta, y cuando Khazhak llegó le esperaban cuatro picas. Las criaturas azuladas dejaron entrar al enano para poder rodearlo con facilidad y lo bloquearon contra la puerta, de forma que Jidra no pudiera socorrer a su amigo. Sin embargo el hacha de Khazhak hizo su trabajo y en poco tiempo los aventureros habían penetrado en la habitación y Jidra terminaba con varios de los enemigos mostrando una gran maestría con la maza.


Se oyó entonces un gong y antes de que los aventureros se recuperan de su último combate nuevos refuerzos enemigos acudieron desde el este y el oeste, encerrando al grupo en la habitación. Los enemigos usaron con gran inteligencia sus picas, poniendo en serios apuros a los aventureros (sobretodo a Volkas, que cayó tras ser herido dos veces). El grupo tuvo que luchar en dos frentes distintos con Delar y Cedrick al oeste, y Jidra con Khazhak al este. Mientras tanto Mylon asistía a Volkas. En varias ocasiones las criaturas (que Khazhak identificó como svarts) estuvieron a punto de romper las defensas, aunque al final nuestros aventureros aguantaron y acabaron con todos sus enemigos menos uno, un svart al que perdonaron la vida y bautizaron como "Vicente".

De su prisionero averiguaron que los svarts fueron desplazados de su zona originaria por la llegada de los kobolds y que en unas estancias al norte se resguardaba el jefe del clan junto con el tesoro de la tribu y sus dos guardaespaldas. El grupo utilizó entonces a "Vicente" como guía y atacaron al jefe con la esperanza de hacerse con su tesoro. El jefe y sus guardaespaldas demostraron ser enemigos más habilidosos que sus subalternos, pero los aventureros tenían la ventaja del número y la última resistencia svart no tardó en caer. Así el grupo logró hacerse con un total de 600 monedas de plata.

"Vicente" se ofreció entonces como guía para el resto del complejo, a cambio de una pequeña paga. Sin jefe y sin clan, estaba claro que no duraría mucho en el complejo por si solo. El grupo terminó muy magullado y aun tenían que decidir que hacer con "Vicente"...


Comentarios del Árbitro

Las partidas por Hangouts suelen ser de por sí cortas. Rara vez sobrepasan las dos horas y media, y en algunos casos como ocurrió en esta sesión, pueden quedarse en las dos horas justas. Para un gran complejo como puede ser un "megadungeon" es un handicap pero de momento lo vamos llevando, aunque está claro que nos queda para rato.

En cualquier caso estoy contento con la sesión. Fue de mucha acción (que siempre viene bien cuando se juega tarde por la noche) y los jugadores tuvieron que tomar ciertas decisiones tácticas que añadieron un plus a un simple combate de tirar dados a ver quien tiene más suerte. Creo que el uso de las picas añadió un pequeño matiz que ayudó a diferenciar a este enemigo de los kobolds (que se centraron más en el uso de trampas y emboscadas). Los Xvarts (que es el verdadero nombre de estas criaturas dentro del D&D) son un buen fichaje para dar algo de variedad en partidas a niveles bajos.







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